Sol sobre el lago de Arthur Dove es testimonio de la convergencia de la estética moderna y la narrativa personal. Después de haber vivido y trabajado durante algunos años en los centros artísticos de Nueva York y París, Dove regresó a su hogar de la infancia en Geneva, Nueva York. Ahí se inspiró en el paisaje que lo rodeaba y se enfocó particularmente en la relación entre el aire, el agua y la luz. En Sol sobre el lago, Dove destila formas orgánicas y colores naturales en un retrato casi abstracto del sol radiante que se refleja en la superficie ondulada del lago Seneca.