Recuerdo de Los Remedios, una representación del paisaje al norte de la Ciudad de México que domina el acueducto de Los Remedios, está pintado en un estilo deliberadamente realista. Al ser arquitecto y profesor de ingeniería, la obra de O’Gorman combina la precisión visual de un dibujante con un lenguaje visual que se basa en los tropos históricos del arte, los símbolos de identidad nacional y las inquietudes contemporáneas. El volcán y el paisaje agrícola del altiplano que rodea la Ciudad de México evocan otras representaciones de la cultura nacional, mientras que el acueducto colonial es una referencia tanto a la historia de México como una colonia española y la preocupación de la época por la escasez de agua. Como crítica ecológica, Recuerdo de Los Remedios llama la atención a la erosión y la destrucción del paisaje que acompañaron el crecimiento explosivo de la Ciudad de México en el siglo XX.