En Cañada de Metlac, Velasco captura el cambio ocasionado en el paisaje mexicano con el advenimiento del ferrocarril. En los Estados Unidos y Canadá, el ferrocarril con frecuencia era visto como un poderoso motor para la expansión hacia el occidente que abría a la colonización extensas zonas de terreno salvaje y poblaciones nativas. Sin embargo, en México el ferrocarril pintado por Velasco retrata la conexión del puerto de Veracruz con la Ciudad de México y otros centros industriales del interior del país.