En Cotopaxi, que documenta un volcán activo en el Ecuador, Frederic Edwin Church fusionó la atención científica a los detalles —inspirado en las publicaciones del naturalista prusiano Alexander von Humboldt— con su propia visión romántica de la pintura como una expresión de identidad nacional. Las figuras del primer plano, empequeñecidas por el pico en erupción, hacen referencia a los pueblos indígenas de los Andes, mientras que la inclusión de palmeras —que no son endémicas de la región que rodea al Cotopaxi— representaban para el público de Church nociones del paraíso, tanto real como espiritual. Pintado durante el tumultuoso periodo que precedió a la Guerra de Secesión, el volcán en ebullición de Cotopaxi también es un reflejo de una identidad nacional en proceso de fractura.