Las fértiles tierras bajas de Uruguay y Argentina han dado origen a poderosas manifestaciones artísticas y literarias. En muchas de sus obras, Pedro Figari se apropió de las pampas al pintar la región con su peculiar estilo sobre áspero cartón. Aquí, coloca la línea del horizonte en la parte baja de la composición, para enfatizar la llanura y apertura de las pampas. Pero el artista veía este sitio como algo tanto real como imaginario: la luna y una manada de caballos salvajes siempre están presentes en sus retratos, con lo que evoca las fuerzas cósmicas míticas que se asocian con estas vastas planicies.